Galicia, Potencia Geotérmica

Un nuevo estudio científico avala el potencial de la comunidad gallega en una renovable que puede multiplicar por cinco la capacidad eléctrica actual.

Galicia es la comunidad española con mayor potencial en energía geotérmica. Así lo han confirmado investigadores de la Universidad de Valladolid, que han calculado también cuanta electricidad se podría obtener con el calor que se almacena bajo los diez primeros kilómetros del territorio peninsular, unos 700 Gigavatios, lo que supone multiplicar por cinco la capacidad eléctrica actual.


El nuevo estudio viene a confirmar las previsiones del primer atlas geotérmico de Galicia elaborado por Alfredo Fernández y Lucía Novelle, de INGEO-Investigación Geotérmica. El mapa refleja que la provincia de Ourense es uno de los mayores filones de este tipo de energía por las características de su suelo y sus aguas. A nadie se le escapa la presencia en la capital ourensana de las famosas Burgas, manantiales de aguas termales que brotan a una temperatura de entre 64 y 68º centígrados con un caudal de 300 litros por minuto.

Según el ingeniero Alfredo Fernández, socio fundador del Clúster de la Energía Geotérmica de Galicia (ACLUXEGA), la aplicación de este tipo de energía renovable permite ahorrar un 65% del consumo habitual de electricidad, con un impacto medioambiental mínimo. Se trataría de aprovechar la geotermia para producir agua caliente en los hogares y aire frío para los aparatos climatizadores.

Junto con Galicia, Castilla y León, Andalucía y Cataluña son otras comunidades con gran potencial geotérmico, porque en su subsuelo hay mayor fricción entre placas del zócalo y presencia de materiales graníticos.Los resultados son una referencia a escala regional por lo que la instalación de una central geotérmica en un lugar concreto requeriría estudios más detallados.

Los investigadores de la Universidad de Valladolid estiman que el subsuelo de la península ibérica tiene capacidad para producir hasta 700 gigavatios si se explotara este recurso con sistemas geotérmicos estimulados (EGS, por sus siglas en inglés) a entre 3 y 10 km de profundidad, donde las temperaturas superan los 150º.

En la actualidad existen en el mundo unas 500 centrales que utilizan la geotermia para generar electricidad, aunque en España todavía no hay ninguna. Como señala César Chamorro, uno de los autores del estudio de la Universidad Castellana "la explotación de un sistema EGS pasa por la inyección de un fluído -agua o dióxido de carbono- para extraer energía térmica de la roca situada unos pocos miles de metros bajo la superficie y cuya permeabilidad se ha mejorado o estimulado previamente con procesos de fracturación. Después, el fluido calentado se lleva arriba a la central geotérmica, donde se produce electricidad, generalmente mediante un ciclo binario (con intercambio de calor entre agua y un líquido orgánico) y se vuelve a inyectar al yacimiento en un ciclo cerrado".


Para Santiago López-Guerra Román, presidente de la Asociación Clúster da Xeotermia Galega. "Galicia tiene las condiciones ideales para desarrollar esta energía más limpia y eficiente". En su opinión, con la geotermia se puede reducir la dependencia del gasóleo que existe en España. 

Respeto a los posibles usos domésticos, López-Guerra señala que la tecnología no es nueva, pues se lleva aplicando desde hace 25 años en países como Suecia, donde hay unas 300.000 instalaciones.Y en cuanto a su rentabilidad apunta que a largo plazo es una de las energías más baratas, aunque lo ideal es combinarlo con otras renovables.

En el uso doméstico, la climatización geotérmica permite extraer o ceder energía en forma de calor al subsuelo a través de diferentes sistemas de captación. El más utilizado por su fiabilidad y eficacia es la captación geotérmica vertical, que consiste en extraer o ceder calor de la tierra mediante sondas de captación geotérmicas en círculo cerrado mediante sondeos realizados a una profundidad de entre los 80 y 150 metros. 

En muchas construcciones plurifamiliares y edificios comerciales o públicos del entorno urbano es posible realizar perforaciones verticales en el momento de realizar los cimientos de los edificios, por lo que se reduce al mínimo uno de los costes más importantes del sistema geotérmico. En invierno el funcionamiento se basa en los sondeos por lo que circula un fluido portador de calor compuesto por una solución de agua con anticongelante que transporta el calor del subsuelo a la bomba de calor geotérmica, la cual a su vez eleva la temperatura del fluido para la producción de agua caliente sanitaria y calefacción. En verano el ciclo se invierte, trasladando el excedente de calor de la vivienda o edificio mediante las sondas de captación  al terreno para de esta manera poder refrigerar.

Desde el año 2006 el número de bombas geotérmicas instaladas en Galicia se ha multiplicado por 24. En la actualidad hay instaladas cerca de 500 bombas, lo que representa el 35% de las instalaciones del territorio español. Desde el pico alcanzado en 2007 con más de 160 bombas instaladas el crecimiento se mantiene estable con unas 100 instalaciones anuales.

Hasta hace muy poco, el ratio de introducción de la geotermia en Galicia era seis veces superior al del resto de España. Así mientras que el ratio  de instalación de bombas geotérmicas por cada 1000 habitantes en España era del 0,03 en Galicia era del 0,17. Sin embargo, como reconoce Santiago López-Guerra Román Cataluña y Madrid son ahora las comunidades con una mayor inversión en este tipo de energía.

Artículo del  Faro de Vigo, publicado en el suplemento Estela el día 24/08/2014.

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